Como dije en alguna oportunidad, todas quisimos encontrar al príncipe azul... hasta que nos dimos cuenta que lo máximo que puedes encontrar es un celeste medio desteñido.
Ya, no seré tan pesimista. Quizás algunas lo han encontrado, pero solo no se han dado cuenta que tiene unas manchas de otros colores apareciendo de a poco....
Volviendo al realismo: No existe. Punto. Y si alguien insiste en lo contrario, solo le diré que mire cuando menea la cabeza y vea ese movimiento maravilloso del cabello del príncipe encantado. Lo tiene? no, ven? No existe. Punto. Avancemos.
Una vez asumida la hipótesis anterior, es que podemos comenzar a avanzar en realidad a lo que significa encontrar a alguien. Llamenle pareja, complemento, media naranja o como quieran. Ese "alguien" que hace que las mariposas vuelen libremente y te hacen sonreir al pensar en él justo en este momento.
Siempre tuve en mi mente un prototipo de ese alguien. Prototipo que incluia una serie de pre requisitos sine qua non, sin los cuales se debia descartar de inmediato para continuar sin perder un instante.
Un pestañeo y de pronto, miras a tus lados y te das cuenta que la mayoria de tus pares generacionales tienen hijos y/o estan casados. Que tienes sobrinos cuyos padres son menores que tu. Que tus pares se estan separando y/o divorciando... y que cuando te van a invitar a un matrimonio tus invitaciones dicen tu nombre "y acompañante", y no un nombre en particular.
Me detengo un instante a pensar en que he hecho mal, que ha salido mal, o derechamente en que maldición me han tirado para que esto me pase a mi: Una mujer linda y encantadora (el ego hay que mantenerlo a como de lugar), inteligente, simpatica, profesional, y todos esos etcéteras que has oido mil veces de tus cercanos....
Aqui viene el minuto del panico. Es que me voy a quedar sola, es que soy la peor de todas (ego al subsuelo), es que yo no sirvo para esto.... es que todos los hombres son unos malditos....
Y que se hace? me resigno a mi triste realidad? bajo los pre requisitos y termino con el primero que me mire? Renuncio a la eterna busqueda del principe azul, el vestido blanco y a los niños corriendo por los pasillos? Qué hago ahora?
Esta es la respuesta mas dificil de encontrar. No quiero renunciar a nada, pero tambien se que el principe azul no existe. No quiero resignarme a nada, pero debo mantener un pie en el suelo aunque sea anclada.
Y de pronto, te apareces en mi vida. En el momento mas extraño que el Extraño Mundo de Claudia ha visto en toda su existencia. Tu que no cumples con ninguno de mis pre requisitos elaborados desde mi niñez, pero que de un modo inusual y encantador, tienes todo lo que necesita mi Extraño Mundo para mantenerse en su (a) normal equilibrio.
Quizas no eres el principe azul que imaginé un par de decadas atras, pero yo, por mi parte, deje de ser la princesa rosada hace algun tiempo.
Será este el momento de encontrar la respuesta definitiva a mi pregunta?
Continuará....
