lunes, 14 de noviembre de 2011

Cacería?

Terminada mi ultima temporada "emparejada" hace un tiempo, decidi hacerme un paso al lado en estos asuntos. Me agoté de sentir que tenia que mantenerme en un estado de estar en una vitrina permanente por si es que llegara a pasar mi hidalgo caballero, me viera y se enamorase de mi. Y como se que no dejan entrar caballos al centro (cerca de mi oficina), es que entonces tomé la decision de dejar a la Claudia mujer guardada, y que la Clau trabajadora, amiga y familia se desenvolviera libremente, sin el estres que provoca la "busqueda" o el "dejarse encontrar" pues, aunque el destino sea quien termine decidiendo si llega alguien o no a mi puerta, se que debo ayudarlo... pero esta vez estaba rebelada contra todo, y decidi no insistir.
Ahora no se si quiero volver al mercado, pero la postura está ablandandose un poco...
El viernes, un amigo me invitó a ir a bailar, con el claro objetivo de que ambos fuesemos de caceria... ok, aunque no muy convencida, acepté.
Debo reconocer que fue todo muy extraño, pero al mismo tiempo, me dio harto material para analizar y escribir. O escribir mientras analizo, como lo hago habitualmente.
Hay varias situaciones, sensaciones y etapas que se provocan cuando cambias el chip a leona cazadora, o a gata, despues de haber pasado una temporada asexuada.
De partida, empiezas a mirar. El ojo bien entrenado permite hacer el primer scaneo entre la multitud: Primero se van los que estan emparejados, luego los que estan fuera del rango de edad deseado y sacamos a aquellos para quienes no soy publico objetivo. Hasta hace algun tiempo, quedaba hasta alli mi discriminacion. Ahora me he dado cuenta que agregué un factor mas: Con quien me "veria" al lado. Claro, no me veo con un tipo mas bajo que yo, ni con uno chascon o barbon. Menos con uno que se vista, se vea o hable (o escriba) de un modo que me avergüence socialmente. Y... ups! me quedé sola en este lugar? Ahh, no, aun queda un par de eventuales candidatos a posibles victimas-victimarios...
Luego se pasa a la etapa del pedazo de carne. O el, o yo, pero alguien termina siendolo. Y es desde esta etapa en la que mi neurona de control de emociones feministas empieza a hacer click, y me empiezo a negar rotundamente a continuar con los habituales rituales tribales -animales que se supone deben comenzar. Y pienso que no quiero sentirme como un animal en cortejo, meneandome de un lado al otro o exhibiendome para mostrarme como una buena hembra reproductora, con sus partes bien puestas, claro está.
Y busco un cigarro, mirando al infinito, esperando que el hidalgo caballero llegue con un encendedor a salvarme, solo por haber visto mis lindos ojos, aun sabiendo que la poca luz hace que con suerte veamos quien está al lado.
Y me autoconvenzo de que ya no estoy para estos trotes. Que quizas cuando tenia 10 años menos podia controlar la parte racional en mi que me dice que el pedazo de carne no soy yo, y que los que veo enfrente probablemente esten vencidos. Si, 10 años atras era distinto, pues no pensaba, y mi filtro de candidatos se reducia a hombres mas altos que yo. Punto.
Sera la edad? la situacion de vida? el cansancio? O el destino sigue no queriendo ponerlo en mi camino?
No se, pero creo que la caceria basica pasa para mi, aun sabiendo que mis circulos sociales son cada vez mas estrechos, lo que dificultará cada vez mas llegar al objetivo... y es que ni siquiera tengo claro si llegó el momento de volver o no al mercado...
Por el momento, este pedazo de carne volverá al congelador... esperando no tener fecha de vencimiento...

No hay comentarios: